«Dream Ball, videojuego deportivo ambientado en sueños» con este título preliminar queda patente que no es tarea fácil definir un juego como este. De mano del estudio independiente Rampage Game Studios, nos llega este título multijugador. Y cabe recalcar que es multijugador puesto que no es posible jugar a solas, mostrando su clara orientación ‘party‘, hacen falta por tanto un mínimo de dos mandos. Ahora bien, si vamos a reunir a varios de nuestros amigos para echar unas partidas a Dream Ball, convendría quedar con varias horas de antelación. Pues siendo para 2 a 4 jugadores, el juego viene inexplicablemente bloqueado en su contenido.
De entrada nos encontramos con un menú de ajustes prácticamente oculto. Para acceder a el, desde el menú Options debemos pulsar RT, abriendo así una lista de ajustes de duración del partido, tamaño del balón, etc. Luego, en lugar de la clásica opción de Comenzar Partida, aparecemos en una especie de pista donde cada jugador debe recoger el balón y marcar en una de las porterías para elegir campo. Finalmente hay que situarse con el balón también, en la portería central para que de comienzo el match. Uno de los ajustes recomendados es desactivar la vibración del mando, pues a cada gol se activa de escándalo.

Una vez nos disponemos a medirnos con nuestro contrincante, vemos que el único escenario disponible es Greenfield. Los demás vienen bloqueados debiendo jugar de 3 a 5 partidos en cada escenario anterior para tenerlos disponibles. Todo esto en un juego orientado a partidas con amigos resulta desconcertante, básicamente como el resto del juego.
El objetivo del juego es simple, recoger el balón del centro del campo y marcar en portería contraria. Todo esto a manotazo limpio, aprovechando las grandes extremidades de nuestro personaje de trapo. No hay, por supuesto, ningún tipo de falta o penalización.
Gráficos
El apartado gráfico es bastante modesto, como el resto del título, aunque cumple su cometido. Las pistas aunque similares disponen de colorido, así como afición y marcador de goles. Los muñecos y el resto de elementos tienen una fluida animación.

Sonido
A la par está también el sonido, con la ocasional melodía dependiendo del escenario elegido. Poco que decir aquí además del logrado ruido de la afición en Greenfield y el sonido de los manotazos.
Jugabilidad
En este punto es donde parece que el juego pierde un poco el enfoque. Si bien el movimiento de los jugadores es fluido, controlar la dirección de los golpes nos puede hacer perder la paciencia. Así como hacernos con la pelota, apuntar y lanzar a portería, saltar, etc. Cada escenario a excepción del primero cuenta con obstáculos e interacciones con el mismo para aumentar la variedad, siendo el objetivo de cada partido el mismo.
Duración
Al ser juego fiestero y de varios jugadores, entre tanto se cumplan estas condiciones y guste el título, claro está, tendremos disponible este simulador de balonmano de trapo. Desbloquear todos los escenarios nos llevará un buen rato, en función de la duración de cada encuentro.

Conclusión
Como título party, Dream Ball nos ofrece la posibilidad de pasar un rato desenfadado con amigos. Aunque hubiera sido más sencillo un sistema de inicio y opciones más directo, al fin y al cabo se trata de partidas entre amigos. Así mismo no parece tener mucho sentido el bloquear los escenarios, como si se tratase de un sistema de progreso.